Centros Conacyt, opción laboral para jóvenes investigadores
Sinopsis
En México persiste un gran rezago en el número de investigadores. Por cada mil habitantes solo hay 0.9 dedicados a actividades científicas y tecnológicas, una cifra muy limitada comparada con países avanzados, como Alemania (7.9) o Reino Unido (8.2)...

Fuente Agencia Informativa CONACYT

No obstante, en el país se tienen universidades, instituciones de educación superior, centros y organismos públicos que cuentan con infraestructura, equipo y capital humano altamente calificado, Los centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) son considerados el segundo sistema de importancia para la investigación en México por su impacto en producción científica y tecnológica, así como por el número de miembros que trabajan para él y que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Está conformado por 27 instituciones que abordan las principales áreas del conocimiento agrupadas en tres áreas: diez centros están enfocados en ciencias exactas y naturales, ocho, en ciencias sociales y humanidades, ocho centros más, en desarrollo tecnológico y de servicios, así como un fideicomiso especializado en el financiamiento de estudios de posgrado.

El sistema genera 75 por ciento de la actividad científica, tecnológica y de formación de capital humano fuera de la Ciudad de México, ya que tiene presencia en la mayoría del territorio nacional, excepto Tlaxcala y Morelos.

A 2009, el sistema contaba con dos mil 169 artículos publicados en revistas arbitradas, 358 libros, 965 capítulos en libros, 86 patentes registradas y 187 en trámite. Asimismo, enlistaba cuatro mil 222 investigadores y técnicos, de los cuales dos mil 41 contaban con doctorado, 791 con maestría y mil 367 con licenciatura o ingeniería; de ellos, mil 600 eran integrantes del SNI.

Todos los centros públicos que conforman este sistema tienen el propósito de generar conocimiento científico y promover su aplicación para la solución de problemas nacionales, formar recursos humanos de alta especialización a nivel de posgrado y fomentar la vinculación entre la academia y los sectores público, privado y social.

Trabajar en los centros Conacyt

El doctor Salvador Lluch Cota, director de Área de Centros de Investigación del Conacyt, explica que, dada su importancia en la producción científica y tecnológica, son una excelente opción para el desarrollo profesional y laboral de jóvenes investigadores nacionales y extranjeros, sobre todo porque ofrecen un abanico multidisciplinario de acción.

“Los centros tienen varias ventajas respecto a otras instituciones, una de ellas es que como sistema cubren todas las disciplinas científicas —excepto la investigación clínica— y para un joven que inicia su carrera debe hacerlo con un enfoque multidisciplinario. Pertenecer a un sistema integrado por todas las disciplinas y con mecanismos de interacción, es una gran oportunidad”, señala.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el también investigador detalla que desde su conformación el sistema tuvo el propósito de descentralizar la actividad científica. A la fecha tiene una cobertura en la mayoría de los estados del país, por lo que su pertinencia geográfica es un factor que contribuye a atacar problemas regionales.

“Una ventaja más para los jóvenes es que por naturaleza y vocación, los centros plantean soluciones a los problemas nacionales, apoyan a empresas y contribuyen al desarrollo regional. Así, además de acceder a facilidades multidisciplinarias, los investigadores buscan que su trabajo sea útil a la sociedad mexicana”, abunda.

La política nacional en materia de ciencia y tecnología impulsa la conformación de consorcios de investigación en los que participan los centros públicos del Conacyt orientados a atender las necesidades de sectores específicos, por ejemplo uno enfocado a la industria automotriz, que está instalado en Aguascalientes; otro al sector aeronáutico, ubicado en Querétaro, así como uno en materia energética que se conforma en Reynosa, Tamaulipas.

Lluch Cota detalla que bajo esa misma línea se agrupan otros consorcios geográficos que tienen el propósito de atender problemáticas específicas, tal es el caso de Adesur, en el cual se agrupan cuatro centros para atender la sustentabilidad alimentaria en los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

“Estos instrumentos de alineación temática están demandando jóvenes investigadores con una visión y disposición de trabajo diferente. En estos casos, los centros están siendo muy exitosos en capturar catedráticos que se enfoquen en estos problemas”, añade.

El doctor Oliverio Rodríguez Fernández, director general del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), hace énfasis en que una de las potencialidades es que cuentan con infraestructura de primer nivel y las herramientas necesarias para desempeñar sus funciones. Asimismo, destaca la variedad en las líneas de investigación que manejan, las cuales son enriquecidas con las propuestas planteadas por nuevos investigadores.

“En el caso del CIQA contamos con vasta experiencia en lo relacionado a materiales, polímeros, nanotecnología y nuevos materiales, los cuales son temas de vanguardia y por tanto muy interesantes para un joven que busca tener amplias oportunidades de crecimiento”, dice en entrevista.

En tanto para la doctora Norma Hernández Saavedra, directora de Estudios de Posgrado y Formación de Recursos Humanos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), la especialización de los centros es tal que se han convertido en un referente a nivel nacional e internacional.

Tal es el caso del Cibnor, institución enfocada en el estudio de las ciencias marinas y zonas áridas, por lo tanto es una ventana abierta de oportunidades, un terreno un tanto inexplorado e inexplotado a nivel nacional.

“A nivel nacional no hay otra institución como esta que estratégicamente trate de incidir en estos dos ambientes que son de gran importancia y que han sido a nivel nacional desatendidos, lo cual lo hace una ventaja y un área de oportunidad para nosotros los investigadores”, dice.

A ello se suma la estratégica localización geográfica de este centro público de investigación, ya que se ubica en La Paz, Baja California Sur; así como contar con una oficina de propiedad intelectual y comercialización que apoya a los investigadores que generan conocimiento aplicado para vincularse con el sector productivo.

Cátedras Conacyt para jóvenes investigadores

Las ventajas competitivas de los centros públicos del Conacyt en algunos casos se ven limitadas a su falta de capacidad económica y administrativa para hacer nuevas contrataciones, un problema generalizado en múltiples instituciones educativas y de investigación del país.

Con el propósito de ofrecer una solución a esta dificultad, se creó el Programa Cátedras Conacyt para Jóvenes Investigadores, que son plazas de servidores públicos que forman parte de la plantilla de servicios personales del Conacyt destinadas a investigadores y tecnólogos de alto potencial y talento en investigación, desarrollo e innovación, quienes son comisionados en las instituciones que requieran recursos humanos y que presenten proyectos que estén dirigidos a atender asuntos nacionales prioritarios, desarrollen ciencia de frontera o realicen innovación tecnológica de vanguardia.

Por medio de convocatorias que se enfocan a temas de medio ambiente, conocimiento del universo, desarrollo sustentable, desarrollo tecnológico, energía, salud y sociedad, las instituciones presentan sus proyectos en los que requieren la participación de especialistas. A la par, los jóvenes doctorados se inscriben en un padrón a través del cual serán seleccionados —de acuerdo con su perfil— para ser contratados y comisionados a la institución cuyo proyecto ha sido elegido.


Hasta octubre de 2015, el Conacyt tenía contratados a 799 investigadores a través de este programa, contaba con un registro de 478 proyectos que se llevan a cabo en 102 instituciones de educación superior y centros de investigación en todo el país; en tanto que el padrón de jóvenes investigadores ascendía a cuatro mil 970. Se contempla que en el año que corre se abran 286 cátedras adicionales.

Para el doctor Salvador Lluch Cota, este programa permite enfocar más esfuerzos en las áreas y regiones del país que más lo necesitan, porque tiene objetivos diferenciados.

En el caso de los investigadores que son elegidos para trabajar en un centro Conacyt, tienen la ventaja de que están siendo comisionados a todo un sistema, a una red de infraestructura y de colaboración.

De acuerdo con el doctor Oliverio Rodríguez, el programa ha venido a suplir la deficiencia que se tiene para la apertura de plazas y les permite captar talento joven, pero también a ellos les ofrece un espacio de trabajo.

A través de este programa, el CIQA ha logrado sumar a su equipo de trabajo a diez jóvenes investigadores, y esperan contar con tres más con la convocatoria de este año.

“Es un ganar-ganar de las dos partes, el joven llega a una institución en la cual tiene las facilidades para trabajar, y nosotros como institución captamos lo mejor del talento que está disponible para hacer investigación”, considera.

En el caso del Cibnor, las Cátedras Conacyt han representado un factor determinante para el desarrollo de los proyectos de la institución. A la fecha ha sido beneficiado con la participación de 15 jóvenes investigadores, nueve en la sede de La Paz, tres en la unidad Nayarit y tres más en la unidad Hermosillo.

“El secreto que tenemos como institución es que pensamos institucionalmente, las plazas que se concursan o solicitan son para fortalecer áreas débiles o enfocadas en el plan de desarrollo que tenemos de crear nuevas áreas. No se trata de traer una cátedra para que se anexe al grupo de algún investigador, sino que nuestros planteamientos han sido institucionales y esa es la fortaleza que hemos tenido”, detalla la doctora Norma Hernández Saavedra.

Fachada CIQA 16Este programa está dirigido a jóvenes investigadores con doctorado, especialidad equivalente o posdoctorado, ya sea mexicanos o extranjeros que residan legalmente en el país, en edades de hasta 40 años para hombres y 43 para las mujeres. 

Asimismo, pueden participar instituciones de educación superior públicas, centros públicos de investigación y en general instituciones federales y estatales del sector público que realicen actividades de investigación científica, social o desarrollo tecnológico adscritas al Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (Reniecyt).

Los investigadores que son seleccionados para una Cátedra Conacyt son nombrados servidores públicos por el Conacyt en la categoría de personal académico, teniendo como beneficio un salario y prestaciones laborales competitivas, año sabático y todos los derechos establecidos en los Lineamientos para la Administración de las Cátedras Conacyt y en el Estatuto del Personal Académico del Conacyt.