Participa la UNAM en el Cherenkov Telescope Array
Sinopsis
Expertos de los institutos de Física y Astronomía intervienen en el observatorio terrestre de próxima generación para astronomía de rayos gamma de muy altas energías

Fuente Gaceta UNAM

Un grupo de investigadores de la UNAM, integrado por expertos de los institutos de Astronomía (IA) y de Física (IF), participan en la fase de construcción y diseño del proyecto Cherenkov Telescope Array (CTA, por sus siglas en inglés), un conjunto de telescopios que constituirán el observatorio terrestre de próxima generación para astronomía de rayos gamma de muy altas energías.

 

 

El prototipo del telescopio para el CTA: Schwarzschild-Couder Telescope (pSCT), presentado en Arizona, Estados Unidos, es un instrumento óptico mediano con doble espejo, cuya función será cubrir la mitad del rango de energía. Sus principales capacidades serán revelar el origen de los rayos cósmicos y explorar la materia oscura.

El CTA tendrá más de cien telescopios de ese tipo, y estarán ubicados en los hemisferios norte (La Palma, España) y sur (Paranal, Chile), para estar en posibilidad de cubrir todo el cielo; además, se constituirá el observatorio de rayos gamma de alta energía más grande y más sensible del mundo, cuyo primer prototipo fue presentado el pasado 17 de enero.

La intervención de los universitarios en este modelo consistió en el diseño, desarrollo y colocación de la plataforma o sistema de control del primero de la red de instrumentos, detalló Magdalena González, investigadora del IA.

Según información de la página electrónica del proyecto –www.ctaobservatory. org–, “el complejo sistema óptico de doble espejo del pSCT mejorará los diseños de espejo único, que por tradición se usan en los instrumentos de rayos gamma, y permitirá el uso de equipos compactos y altamente eficientes”.

El prototipo, prosiguió, es precursor en el uso novedoso de un sistema óptico de doble espejo para observar el universo en rayos gamma, y posibilita al pSCT aumentar su campo de visión en más de ocho grados para hacer un muestreo del cielo cuatro veces más rápido que con los diseños actuales de un solo espejo.

Fue diseñado para usarse en el CTA, cuya construcción se iniciará este 2019, y es resultado de una intensa colaboración internacional que involucra a unos mil 500 científicos e ingenieros de 200 universidades de 31 países, entre ellos Estados Unidos, Italia, Japón, Francia y México, socio de esta colaboración desde 2012 mediante la UNAM.

Imagen: Proyecto Cherenkov Telescope Array.

El CTA, reiteró Magdalena González, es el instrumento en su tipo más grande que habrá en el mundo para observar el universo a altas energías. “Para ponerlo en perspectiva, los que hay son arreglos de cinco a siete telescopios, y éste tendrá 118, casi la mitad de ellos en el sur, y una fracción equivalente en el norte”.

Recordó que el grupo de científicos estadunidenses propuso un telescopio que fuera estructurado con tecnología que ya existe desde hace tiempo, pero que no se había desarrollado para su uso en astrofísica de altas energías, es decir, la observación y estudio de fuentes astronómicas a partir de la radiación de alta energía que emiten.

Los estadunidenses, junto con los especialistas italianos, hicieron posible esta tecnología. “Ellos diseñaron el instrumento y comenzaron a trabajar en él; nosotros contribuimos enviando a nuestros técnicos para que lo armaran y montaran”.

Había una parte básica, pero les faltaba el diseño de la plataforma de servicios (Internet y electrónica), que se encarga de controlar el telescopio, y de la que se ocupó el grupo de expertos de la UNAM. “La idea es que sea un sistema fijo, con un diseño inteligente. Esta tecnología cambiará por completo la forma de observar el cielo”.