Físicos de Sinaloa impulsan el primer acelerador de partículas en México
Sinopsis
La experiencia adquirida por el equipo sinaloense que desde hace años contribuye en el Proyecto ALICE, de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), bajo el liderazgo del doctor Ildefonso León Monzón...

Fuente CONCACyT, escrito por Janneth Aldecoa

Christian Valerio Lizárraga, doctor en física, trabaja en el proyecto del acelerador. En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, destacó la importancia de crear este acelerador, sobre todo ante los cada vez más estrictos requisitos para la aceptación de productos mexicanos en Estados Unidos.

“Aún no nos hemos acercado a los gobiernos, pero sí planteamos hacerlo, sobre todo por la coyuntura que tenemos con Estados Unidos, creo que es mejor garantizar que los alimentos estén en mejores condiciones al cruzar la frontera”, comentó.

El trabajo de doctorado de Valerio Lizárraga en el CERN consistió en ayudar a diseñar la fuente y la primera parte del Acelerador Lineal 4, por lo que le resultó más fácil aplicarlo en Sinaloa.

“Es más fácil aplicarlo aquí a menor escala a haber trabajado en altas energías porque la inversión que se requiere para altas energías es mucha y kilómetros de aceleradores”, dijo.

Pasteurización en frío

El desarrollo de un acelerador para irradiar alimento, o llamado también proceso de pasteurización en frío, se trata de un sistema sanitario para la inocuidad de los alimentos. En fresas, permite ampliar la vida en anaquel del producto; en mango, elimina las bacterias.


El acelerador se aplicaría después del corte de la fruta o verdura, en el momento del empaque es cuando se realiza el sistema de inocuidad del alimento.


“El mango, por ejemplo, actualmente lo ponen en agua caliente, con químicos por alrededor de dos horas, luego lo pasan a cuarto frío y después lo empacan para matar las bacterias y que dure más tiempo por el problema de la mosca de la fruta. Al irradiar, lo lavas para que quede limpio, lo empacas y lo pasas como por un horno de microondas, lo irradias y el producto queda limpio”, explicó.


Valerio Lizárraga explicó que el tiempo que tomaría el proceso de inocuidad a través del acelerador sería prácticamente el mismo que por el procedimiento térmico, aunque mucho más rápido.


“En temporada alta en el mango, el cuello de botella es precisamente el tratado térmico porque tienes mucho mango, pero tienes que esperar dos horas a que salga, con este sistema es mucho más rápido para eso”.


Actualmente esta técnica se emplea en países como Costa Rica y Puerto Rico para el mango o la fresa. Valerio Lizárraga explicó que en México se utiliza material radiactivo de cobalto y tiene el mismo efecto que el acelerador, pero llevar una fuente radiactiva de cobalto al municipio de Escuinapa, por ejemplo, resulta una complicación.

“El tema de la irradiación es un tabú muy fuerte en México porque hay gente que le teme incluso al horno de microondas porque estás irradiando alimento. Le puedes llamar de otras formas, pero al final es eso. Es necesario aclarar que una cosa es la radiación y otra la activación. Algo no es peligroso hasta que lo activas. Cuando irradias piensas que no lo activarás”, dijo.

El acelerador

Los doctores Carlos Duarte Galván, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), y Arturo Fernández Jaramillo, de la Universidad Politécnica de Sinaloa (Upsin), participan en el diseño de la parte electrónica del sistema, mientras que el estudiante de maestría en física de la UAS Ricardo Gaspar Montoya trabaja en el diseño del acelerador. Esa fase tiene un avance de 30 por ciento.


El experto dijo que se ha tenido acercamiento con los productores de la región, quienes se han mostrado reacios por el tema de la irradiación.


“Queremos hablar con ellos, en el sentido de que el aparato no solo servirá para irradiar mango, sino para irradiar otras frutas o para esterilizar otras cosas, en el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) esterilizan equipo médico con cobalto, entonces el aparato también serviría para irradiar otras cosas”.

El equipo de trabajo estima que la inversión sea de aproximadamente ocho millones de pesos con tecnología sinaloense, adquirirlo en el mercado costaría poco más de un millón y medio de dólares.


“El año pasado metimos un proyecto a Sagarpa, pero no se apoyó, esperamos tener más suerte este año”, dijo.